Diálogos a fondo

Bioquímica de profesión, Silvia Gold reconoce en Roberto, su padre, el mandato de la lucha contra el Chagas, una enfermedad centenaria y desatendida que en Argentina afecta a un millón y medio de personas. A Roberto lo describe como a un farmacéutico humanista, de origen muy humilde que junto a su madre, otra inmigrante que a los 24 años ya era graduada en una universidad pública, arrancó con una farmacia hasta iniciarse en la industria farmacéutica y crear la Fundación Mundo Sano. Gold continuó la tradición familiar. Con su marido, el médico Hugo Sigman, fundaron el grupo Insud que aglutina a firmas farmaceúticas, agroforestales y culturales.

-¿Por qué eligieron el combate contra el Chagas desde la Fundación Mundo Sano?

– Mi padre decía que la fundación había nacido para devolver a la sociedad parte de lo recibido. Esa es una expresión de ayuda, porque somos parte del otro. La Fundación arrancó en 1993, en un año de mucha actividad en el mundo del Chagas. Había un programa nacional de Chagas, cuyo centro estaba puesto en el control del vector que lo transmitía, la vinchuca. Y había una visión regional, de cooperación público-privada.

-¿Cuál es la estrategia para una enfermedad que parecía superada?

-Cuando me hice cargo de la Fundación no puse el acento en Chagas, porque creía, precisamente, que el tema estaba superado. Mi primer actividad fue el dengue, en 1998. Pero visitando los ámbitos del chagas, vimos que había mucho por hacer.

-¿Qué puede hacer una organización privada por la salud pública?

-Esa fue una pregunta que nos hicimos porque yo creo que a la salud pública la resuelven los programas de salud pública. Pero queríamos sumar. Lo primero que hicimos fue tratar de entender cómo era de sustentable el control, cuáles eran los mejores métodos y empezamos a trabajar en Añatuya, Santiago del Estero, hace 20 años. Siempre generando evidencia, que se convierte en información para entregar a quienes hacen las políticas públicas. Trabajamos en programas de vigilancia, de mejoramiento de vivienda. Y empezamos a pensar en los pacientes.

-¿Qué pasa con los pacientes?

-Hay millones de infectados. Y nos preocupaba la falta del medicamento. El producto era elaborado por Roche y decidieron discontinuarlo y transferirlo a un laboratorio nacional brasileño. Pero se sabía que la transferencia no estaba garantizada, a tal punto que en 2010 se anuncia que había faltante del medicamento, el benznidazol, y que había que suspender la inclusión de los pacientes. Ahí dijimos “lo hacemos nosotros”. En febrero de 2011 estaba aprobado en la Argentina y de la Argentina se exportó a 20 países. Aquí lo pusieron en la lista de medicamentos esenciales. Eso permite que la Organización Mundial de la Salud pueda entregarlo en caso de necesidad. Y se fue aprobando sucesivamente en Chile, Bolivia, Paraguay, Guatemala, Honduras. Recientemente en Colombia y México. Y en España, como medicamento importado. Que el medicamento esté disponible es un cambio tremendo. Bayer a su vez tiene un producto, el nifurtimox. Hoy hay dos medicamentos y es importante que haya más de uno, porque hay pacientes intolerantes a uno u a otro. Tenemos medicamento disponible y guías de tratamiento, lo cual es un escenario absolutamente distinto para el Chagas. Y en medio de todo eso, se aprueba el producto en 2017 en EE.UU. Ese es un hito.

-¿Por qué le da tanta importancia a que el medicamento se haya aprobado en EE.UU?

-Formamos parte de una coalición que nació en 2012 y se la llama la Declaración de Londres, por una reunión convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Bill Gates para las enfermedades de la pobreza. Y fuimos los que introdujimos al chagas que ahora está en ese grupo de enfermedades desatendidas. Hasta ese momento todo el esfuerzo estaba concentrado en Africa, donde no padecen chagas. Ahí nos empiezan a pedir que aprobemos el medicamento en Estados Unidos. Fue un esfuerzo gigantesco. Cuando empezamos el registro en Estados Unidos, la enfermedad de Chagas, por un error de la Food and Drug Administration (FDA), no estaba en la lista. Empezamos en 2013. Cuando se aprobó, la FDA argumentó que la enfermedad de chagas afectaba a 300 mil personas en EE.UU. Es decir era también un problema de salud pública en Estados Unidos.

¿Cómo se detecta la enfermedad?

– Con un sencillo análisis de sangre que se puede realizar en cualquier laboratorio. Es obligatorio en las embarazadas. Si la embarazada es positiva, hay que hacerle la prueba al bebé. Si el bebé es positivo, hay que confirmarlo, si está confirmado, hay que tratarlo. Nosotros nos proponemos que ninguna mujer transmita Chagas, que toda joven, antes de quedar embarazada, sea diagnosticada y tratada, en caso que sea positiva. Eso está probado, la mujer tratada previo al embarazo, no transmite Chagas. Entonces, en el 2030 es posible lograr que no nazca ningún bebé con Chagas en la Argentina. Si se detecta, además, que una mujer está infectada la recomendación es estudiar al resto de los familiares.

-¿Qué logra el tratamiento?

El chagas es una enfermedad provocada por un parásito y el vector que la transmite es la vinchuca. El medicamento mata al parásito. El tratamiento dura 60 días y cuanto más temprano se detecte el Chagas es mejor. Se curan todos. La enfermedad de Chagas durante mucho tiempo es asintomática. Nuestro esfuerzo y nuestro desvelo es detectar a ese paciente asintomático. Matar al parásito en el momento en que no produjo síntomas. Esto es antes de que el paciente empiece a generar una enfermedad cardíaca.

Señas particulares

Silvia Gold, 70 años, se ha convertido en una referente a nivel mundial de la lucha contra el Chagas. Integra la llamada declaración de Londres junto a la fundación de Bill Gates para dar pelea contra las enfermedades de la pobreza. Su propia fundación Mundo Sano lanzó la campaña “Ningún bebé con Chagas”, un mal que afecta a 1.500 nacimientos por año sólo en la Argentina. El chagas es considerada una enfermedad “desatendida” que durante mucho tiempo permanece silenciosa. Y se transmite de madre a hijo. Gold busca que se la detecte a tiempo.

Clarín: https://www.clarin.com/opinion/silvia-gold-posible-lograr-2030-nazca-bebe-chagas-argentina_0_DnKijaiyV.html

     

Mundo Sano es una fundación familiar que contribuye, con la investigación en terreno, a las políticas públicas dirigidas a mejorar la vida de las personas afectadas por enfermedades desatendidas, que son aquellas que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad. En la actualidad, Mundo Sano cuenta con una oficina central y cinco sedes en Argentina, además de una oficina en Madrid desde donde pone en marcha programas en España y África.