Entrevista a Silvia Gold

La enfermedad de Chagas es una de las grandes olvidadas hoy en día. Pero desde su fundación, Mundo Sano, la han convertido en su eje de trabajo. ¿Cómo encontró su vocación profesional en ella?

-La fundación nació en 1993, la fundó mi papá. Mis padres, de profesión farmacéuticos, tenían un visión humanista muy grande que combinaron con el emprendimiento. Y como él dijo alguna vez: «La fundación nació para devolver a la sociedad lo que recibió de ella». Y lo cierto es que yo, bioquímica de formación, me sentí atraída por este proyecto.

-¿Por qué?

-Tras un tiempo trabajando en la empresa farmacéutica de la familia y después del fallecimiento de mi padre, sentí que tenía que seguir con su trabajo. El mal de chagas en Argentina era como un asignatura moral que veías desde la carrera, había que hacer algo para erradicarla, para tratarla. Mi padre ya había puesto en marcha, junto con la industria y la colaboración para la Organización Mundial de la Salud (OMS), un Programa Nacional de Chagas en la que se describía, entonces muy pionero, un proyecto para el control del insecto. Se trataba de ocupar un espacio de vocación de salud pública necesario desde la fundación. El nombre, Mundo Sano, es ambicioso, pero es la intención que buscamos.

-La enfermedad de Chagas es su «insignia», pero no abandonan otras, ¿cierto?

-No podemos trabajar en todas, pero sí al menos en cuatro de ellas. El control del mosquito en muchas de ellas resulta clave, lo hemos visto en el dengue, en el chikungunya… Tenemos programas no sólo en Argentina, sino también en el continente africano.

-Son una entidad global. ¿Cómo desarrollan su trabajo?

-Lo cierto es que es muy diferente hacerlo en Argentina que en Etiopía. Pero en común tienen muchas cosas que son las que ponemos en valor. Trabajamos científicamente en el terreno, creamos evidencia de las situaciones y circunstancias. Una vez recopilados los datos y la información necesaria articulamos las acciones que deben realizarse. Nuestro objetivo es poner encima de la mesa las actividades que han de ponerse en marcha, y lo cierto es que contamos con la recomendación de la OMS. Este aval dice mucho de la seriedad y de lo significativo que es el aporte de nuestra labor en esta dimensión.

-Todo esto marca diferencias con otras organizaciones. ¿Cuáles son?

-Sí . Nosotros trabajamos siempre en el plano positivo de las cosas. No arrastramos el estigma que pesa sobre estas enfermedades, sobre el chagas, sino que nos sentamos y analizamos qué podemos hacer a su favor.

-El ejemplo lo pudieron ver cuando se dejo de fabricar el único tratamiento contra el chagas. ¿Cómo pudieron solucionarlo?

Fue una experiencia en la que aprendimos mucho, pero en la que pusimos el medicamento a coste cero el primer año en Argentina. Después el coste ha sido mínimo. Esto pasó porque desde el laboratorio de mi familia pusimos los recursos para conseguirlo. Ahora, hemos conseguido la aprobación de la Agencia Estadounidense del Medicamento y la Europea. Tenemos el respaldo también de la OMS.

-Y ahora el resto del mundo tiene acceso, ¿verdad?

-Sí. Nos sorprende cómo en algunos países tienen tan buena organización en el terreno. Aquí, España destaca en el abordaje asistencial del Chagas a todos los niveles.

La Razón Digital Silvia Gold: «En España existe un buen plan para abordar el chagas» 

     

Mundo Sano es una fundación familiar que contribuye, con la investigación en terreno, a las políticas públicas dirigidas a mejorar la vida de las personas afectadas por enfermedades desatendidas, que son aquellas que afectan a los sectores más vulnerables de la sociedad. En la actualidad, Mundo Sano cuenta con una oficina central y cinco sedes en Argentina, además de una oficina en Madrid desde donde pone en marcha programas en España y África.