Un programa implementado a través de una asociación público-privada en el Municipio de La Plata, Argentina, está permitiendo evaluar precozmente a los pacientes portadores de la Enfermedad de Chagas, y podría replicarse en otras ciudades de América Latina con alta prevalencia de esta infección.
El programa demostró que las pruebas y los tratamientos para Chagas pueden brindarse también en centros públicos de atención primaria de la salud, con solo llenar una encuesta que identifique factores de riesgo de esta enfermedad.
En Argentina, hay 10.000 centros primarios de salud, que siguen los lineamientos de la Declaración de Alma Ata de 1978. Allí se atienden consultas de cualquier ciudadano con un equipo de profesionales de la salud en el día. Pero no están enfocados a diagnosticar Chagas. Lo que hizo el programa del Municipio de La Plata fue capacitar a los profesionales y técnicos de centros de atención primaria para que contaran con el conocimiento y los insumos para detectar la infección.
La enfermedad de Chagas, causada por un parásito y transmitida por un insecto vector, conocido como chinche o vinchuca, era propia de zonas rurales, pero como consecuencia de las migraciones, ahora se ha vuelto también una enfermedad urbana.
Según la Organización Mundial de la Salud en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas con la enfermedad, básicamente en América Latina. Argentina es el país con el número absoluto más alto de personas con Chagas. Se estima que son 1.505.235 personas (la mayoría son infectados crónicos). Habría 3.250 nuevos casos, pero las cifras oficiales no están actualizadas.
Pero los profesionales que atienden en centros de salud y hospitales no sospechan de la infección de Chagas y las pruebas de descarte no se hacen oportunamente. Cuando por una donación de sangre o por una prueba en el caso de una embarazada se diagnostica la infección, las personas son derivadas a centros de referencia públicos especializados que implican un gran traslado. En algunos casos, hay médicos que desestiman el tratamiento. Como resultado, menos del 1 por ciento de la población afectada hoy accede a tratamiento.
En 2010, la Organización Panamericana de la Salud recomendó brindar cuidado a las personas con Chagas en el primer nivel de atención. Ese mismo año, el Municipio de La Plata y la Fundación Mundo Sano hicieron un acuerdo para llevar a cabo un proyecto piloto en 3 centros de atención primaria urbanos y tres escuelas rurales. Se eligió La Plata porque contaba con un nivel de atención primaria de la salud y las autoridades estaban dispuestas a implementar el programa.
La fundación Mundo Sano es sostenida principalmente por el Grupo Insud —conglomerado empresarial de capitales argentinos altamente diversificado y con presencia en más de 40 países— que incluye a Chemo, empresa que produce el medicamento benznidazol para la enfermedad de Chagas.
En 2013, el programa —según el reporte publicado por Ana Pereiro y Silvia Gold en la revista BMC Public Health— se escaló a 46 centros de atención primaria. Hasta 2015, se habían evaluado 17.894 personas a través de la encuesta que permite identificar el riesgo de haber adquirido Chagas.
Si se trataba de una embarazada, se le hacía la prueba de Chagas según una norma que lo obliga. En el resto de las personas que iban a los centros de atención primaria, se los invitó a contestar la encuesta de riesgo.
Si solo una de las respuestas era positiva, se les practicaba la prueba a través de un análisis de sangre. Gracias a la evaluación y al testeo, 1.394 (5,7%) personas resultaron positivas para Chagas. Recibieron tratamiento 1.035 adultos.
A partir del año 2016 en adelante, tras un cambio en el gobierno local, el programa continuó aunque con un ritmo de atención de pacientes inferior al registrado en años anteriores.
El programa en La Plata “es modelo de atención integral que tiene en cuenta el fenómeno de la urbanización de la enfermedad de Chagas. Con ajustes propios de cada medio, se podría replicar para atender la situación epidemiológica en América Latina”, dijo a SciDev.Net el doctor Roberto Salvatella, asesor regional de la OPS/OMS en Chagas.
En tanto, Sergio Sosa Estani, jefe de programa clínico de Chagas de la organización Iniciativa Medicamentos para las Enfermedades Olvidadas (DNDI), con sede en Brasil, destacó que el proyecto en La Plata se inició con un modelo público-privado y “demostró que la atención integral para Chagas es posible por medio de procesos simplificados de atención”.
Aún no se han reportado otros proyectos similares de colaboración público-privada en atención primaria para Chagas, según Joaquim Gascón Brustenga, director de la iniciativa de Chagas del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal). Pero informó a SciDev.Net que desde 2016 el Estado Plurinacional de Bolivia inició un proyecto enfocado en atención primaria de Chagas, aunque aún no se han publicado los resultados.
Hacia fines de 2018, 51 centros de atención primaria en distintas ciudades de Bolivia habían atendido 170.000 personas. De ese total, 31.000 estaban afectadas por Chagas. Es una iniciativa pública, en la que participan distintas instituciones bolivianas como Fundación CEADES junto a ISGlobal y que recibe el apoyo de la Agencia Española de Cooperación (AECID).
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